Es dificil confiar en la memoria por eso escribo esta Hoja de ruta para que Uriel pueda conocer su pasado. Apareceran muchas personas, todas cercanas a nosotros y por lo tanto parte importante de nuestro pasado...
miércoles, 4 de enero de 2012
Un elote...
Sí, un elote, y solamente nos costó 8 años esperar a que probaras uno para que quedaras prendido de ellos.
En Diciembre del 2011 por fin decidiste probar un elote, bueno, en realidad fue un esquite; luego de mucho batallar llegó el momento y al parecer, desde ese día no has tenido otro objetivo que comer elote cada miércoles o sábado.
¿Y que te ayudó a tomar la decisión? quien sabe, solamente sucedió un día, regresabamos del mercado y te invité a probar los esquites(como siempre) y en esta ocasión dijiste que sí, hecho sorprendente porque siempre te negabas seguido de un "no fuchi". Ese día lo probaste y quisiste más, luego me dijiste que tu mamá te tenía que ver comer esquites, así que el sábado volvimos por otros y el sábado siguiente por otros... y así hasta llegar a Durango, donde ya te comiste un elote completo.
Y no fue hasta que regresamos al DF que decidiste que tenías que probar los elotes de aquí e invitar a tus abuelos a que compartieran contigo la experiencia. Pero esos días terriblemente organizados de forma natural hicieron que el sabado que tenías planeado comer elote no hubiera mercado; volvimos tristes y perdiste un poco la esperanza, pero no por mucho tiempo.
La semana siguiente a ese Sábado 31 nos dedicamos a corrretear un elote, fuimos a la panadería de la Condesa y no había, fuimos a Leibnitz y tampoco!, tuve que prometer que buscaríamos de nuevo al siguiente día y así fue. Después de cenar con tus abuelos regresamos a la Condesa en busca del preciado elote, llegamos y el mister sí estaba, pero los elotes habían desaparecido, al final te consolaste comiendo esquites... ¡pues ya qué! dijiste.
Pero hoy por fin probaste un elote de donde lo querías probar!!!, una victima de tu búsqueda elotil fue tu clase de voleyball, me pediste no tomarla para poder llegar temprano "recuerda papá que siempre que regresamos de voleyball ya no hay mercado", supongo que eso lo inventaste para convencerme, porque no recuerdo que hayamos pasado por el mercado un Miércoles cualquiera.
Y para que fuera un día perfecto, en la casa había más elote por comer!
Y el recado que ves, fue el recado que me dejaste esa noche esperando que al día siguiente, mientras preparaba tu lunch, lo leyera y recordara tu petición.
Tu mamá es feliz de saber que ya comes elotes...
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