Así que hemos platicado de "permitirnos vivir el momento" y atrevernos, y lo hemos hecho a partir de la idea de "tu no sabes lo bueno que puede traer" ya sea aceptar ir a algún lado, cambiarle de canal, cambiarle de estación de radio o tan solo apagar la televisión.
Bajo este concepto aceptaste (a regañadientes claro) que fueramos a Pabellón Polanco tan solo a estirar las piernas, sé que el principio de que aceptaras ir era que nos pusieramos a correr como locos así como unas semanas atras lo habíamos hecho.
Sin embargo para tu sorpresa fue mejor la visita a esa plaza, ¡había un tren!; por supuesto que nos pediste que fueramos a verlo y con gusto accedimos.
¿Qué tiene de especial ver un tren? probablemente a simple vista nada, pero si consideramos que hace más de 30 años (a este 2012) que un tren que no sea de carga se encuentre en polanco la situación ya no es tan común.
Así que, no perdimos la oportunidad de registrar tan particular momento...
Y poco a poco se te fue quitando la pena.
Y cada vez más...
Y más!...
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