jueves, 10 de septiembre de 2009

Domingo 16 de Agosto/La hora del adios...





Después de comer regresamos a la casa y no sucedió nada.

Más tarde fuimos a dejar a tu abuela y al chino a la terminal, tu te veias tranquilo, ni siquiera un poco nervioso, parecía que tenías controlada la situación y que, en esta ocasión no habría grandes problemas durante la despedida... no fue así.

Al llegar a la terminal seguías tranquilo (al menos por fuera así te veías); para tu fortuna junto a la salida al andén había un local de videojuegos, sin dudarlo decidiste pasar todo el tiempo ahí, querías jugar futbolito, juego de combate y cualquier cosa que se te ponía enfrente.

Fuimos a pedirle dinero a tu mamá y nos dio algo de cambio que, junto al que traía yo te permitió jugar un buen rato; al salir lo primero que les dijiste fue "no se han ido?!", la sorpresa de todos fue mayor, seguro tu mamá pensó que yo era un gandalla, seguramente el chino y tu abuela sintieron feo y yo, yo no supe que decir, nunca me ha gustado que seas así pero, qué decía?!, quedé igual de sorprendido...

Luego de un rato se subieron al camión, tu estabas impávido del otro lado del vidrio, sin inmutarte los viste subir y salimos.

Todo cambió cuando nos dimos la vuelta, tu estabas en silencio y tenías cara de enojo; nos subimos a la camioneta y continuaste en silencio... después de un rato volteo a verte y fue sorprendente la imagen; a tu cara solamente le daba la luz de la calle, tenías las piernas cruzadas en el asiento y los brazos también, volví a voltear para verte y vi que tenías una lágrima... era una lágrima que recorría tu mejilla mientras apretabas la boca.

No supe que hacer, solamente pude estirar mi brazo para tomar tu mano, un rato después comenzaste a llorar y pense por que no voltea Lilian para decirle algo, la vi de reojo y me di cuenta que estaba igual, llorando.

No dejaste de llorar hasta que llegamos a la casa, cuando subimos las escaleras te calmaste, te sentí más tranquilo... pero cuando entramos a tu cuarto volviste a llorar y no dejaste de llorar hasta dos horas después, tenías mucho sentimiento y podías dejar de llorar.

-si quieres les marcamos a su celular...
-Sí, marcales...

Pero qué podíamos esperar, jamás se pudo conectar la llamada, intentamos varias veces y nunca tuvimos suerte, fue muy triste para mi...

Después de un rato me confesaste parte de tu dolor, te sentías mal por que no te habías tomado una foto con tu abuela, tenían el plan de tomarsela pero no se concretó, tu camarita no tenía pila y jamás se acordaron de pedirme las pilas o de que les tomara la foto, fue muy triste para ti ni siquiera tener una foto como recuerdo.

No tomé fotos de ese momento, pero te pongo lo demás de la serie de la comida...

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