
Después de la crisis vivida en la revista llegué temprano a la casa, la rutina fue la misma, tu y tu abuela adentro y yo me quedé afuera descansando un poco.
Después de un rato llegó el Chino, comenzamos a platicar y después de un rato salió el tema de la ciudad; le contaba como se ha hundido la ciudad, de por qué el Angel de la Independencia no se hunde, de todos los nuevos edificios que se están construyendo en Reforma y de muchas cosas más...
Un poco más tarde saliste con ganas de jugar Monopoly, te convencimos de no hacerlo y terminaste jugando futbolito con el Chino, "20-8 le voy ganando al chino papá!!!".
No cabe duda, el Chino es una de las personas que más paciencia te tiene, claro, siempre y cuando no empieces a hacer trampa.
Ya después habló tu mamá para que fueramos por ella; el Chino y yo aprovechamos para ir viendo las cosas de las que habíamos platicado y claro, llegamos tarde por tu mamá... "que barbaros!, pensé que sería la primera en irme y soy la última", creo que esas cosas ya se me resbalan, tu mamá es así, no tiene muy desarrollada la capacidad para hacer sentir bien a la gente, así es ella.
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